Jeloú, me llamo Mar, otros me llaman Mareshita, pero bueno, esté es mi Blooog y espero que os guste. No os olvidéis de seguirme eh! Un besito.

Ouh, shit!

Ouh, shit!

7 de julio de 2011

La vida...


 La vida, da muchas vueltas y solo tiene un único destino, que aunque la vida de cada uno sea diferente, el final es el mismo para todos, sin ninguna excepción. Unos han tenido la suerte de tener una infancia llena de regalos en navidad, cenas familiares, fiestas de cumpleaños, cuentos por las noches antes de ir a dormir, juguetes de todo tipo, un colegio de pago, una casa enorme, una família ideal que salen todos juntos los domingos a dar un paseo, a comer fuera y después al cine. En cambio, hay otras personas que nisiquiera se puede decir que han tendido infancia; cuyo único regalo en navidad era un muñeco del cual otro niño se había cansado y había dejado tirado en la calle, cuya única cena familiar se celebraba en casa del típico tio con almenos un poco de dinero para cocinar un pollo la cena de noche buena. Cuyo único cuento que contaban era el de los tres cerditos que le contaba su madre, la pobre deseando no tener que aguantar semejante paliza, parecida a la que la gente rica veía por las noticias y se quedaba asombrada de tanta violencia, y se lamentaba por ellas, solo pensaba en esa paliza por no haber tenido la cena preparada para su marido. Aunque tras tantas ostias recibidas no le importaba nada más que proteger a su pequeña para que no tubiera la misma mierda de vida que había tenido ella desde que nació. Al único colegio que podian ir era al del bario, que era público y aún asi, no podian pagar los libros y nisiquiera tenian dinero para un estuche de los chinos. Mientras el padre pasaba los días y las noches ''trabajando''. Para él trabajar era pasarse las horas en uno de los bares del barriio en el que se traficaba con todo tipo de drogas, pasaba ahi los días haciendo negocios, y gastandose el poco dinero que tenian ahorrado para el regalo del cumpleaños de la pequeña en meterse rayas de coca o de lo que ni dios se imagina. Ella no sabía la vida que le esperaba, pero ni mucho menos era fácil. A medida que ella crecia, se daba cuenta de lo que enrealidad pasaba, de que no tenia a nadie más que a su madre en este mundo y de que eso duraría poco, porque el día menos esperado iba a ser ella la que saliera por las noticias por un caso de esos de muerte. Nadie se merece eso, pero hay gente que por desgracia lo vive, y los demás no se dan cuenta de lo durisimo que es sobrevivir tirar palante en esos momentos de angustia, en esa ausencia de felicidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario